Las personas migrantes venciendo la pandemia por COVID-19

Persona de salud tomandole la temperatura a otra persona.

Las personas migrantes venciendo la pandemia por COVID-19

La pandemia por la COVID-19 se ha convertido en un desafío gigante para el mundo, y las personas migrantes no son la excepción. Han demostrado una gran resiliencia y se han enfrentado a numerosos retos como lo son la discriminación y la xenofobia. Además, la desigualdad en el acceso a servicios básicos como salud y alimentación ha incrementado.  Una forma de combatir esta desigualdad y discriminación es visibilizar el aporte que las personas migrantes hacen a las comunidades y al mundo en respuesta a la pandemia: servicios de salud, producción de alimentos, transporte de personas, construcción, la creación de la vacuna contra la COVID-19, y muchos más. Profundizaremos en algunos de estos: 

1- Al frente de los servicios de salud  

En países como los Estados Unidos de América, Canadá y el Reino Unido entre el 30 y el 40 por ciento de los servicios de salud de primera línea son atendidos por personas migrantes o personas de origen migrante, explica Antonio Vitorino, Director General de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en un comunicado que puede ver en este enlace. Las personas migrantes trabajan en áreas de enfermería, medicina, farmacia, administración y también realizan labores de limpieza, algo primordial en un contexto en el que la sanidad es vital.  

2- La comida que necesitamos, desde la tierra hasta los supermercados 

Según un estudio del New American Economy, las personas migrantes en Estados Unidos de América representan casi el 48.6 por ciento de la fuerza laboral agrícola, así como el 49,1 por ciento del procesamiento de carne. Además, el 31 por ciento de chefs y cocineros (as) son también migrantes.  

Por otra parte, las y los migrantes también trabajan en servicios de transporte de comida, así como en supermercados y restaurantes, que son fundamentales para que podamos conseguir los alimentos. 

 

3- Las personas migrantes que hicieron posible la cura contra la COVID-19  

La esperanza regresó a millones de personas de la mano de BioNTech y Pfizer, dos compañías dirigidas por personas migrantes, y responsables de la creación de una de las vacunas contra la COVID-19.  

La primera de estas, una empresa de biotecnología alemana, fue fundada por Ozlem Tureci y Ugur Sahin, una pareja de esposos y científicos provenientes de Turquía y radicados en Alemania.  

Por su parte, Albert Bourla, director ejecutivo de Pfizer, nació en Grecia, y vivió ahí hasta los 34 años, cuando migró a diferentes países hasta llegar a Pfizer, en Estados Unidos de América.   

 

Sin dejar a nadie atrás 

Es momento de que todas las personas dejemos atrás los prejuicios y la desinformación: la realidad es que las personas migrantes cumplen un rol protagónico en la respuesta a la pandemia. Debemos luchar contra desigualdad y la xenofobia. La única forma de ponerle fin la pandemia a la que nos enfrentamos como humanidad es no dejando a nadie atrás. Para esto la OIM promueve una vacunación inclusiva, estrategia de la cual puede aprender en este blog.  

 

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