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La decisión que me puso en riesgo

Joven habla con un hombre traficante de personas

La decisión que me puso en riesgo

Riesgos de la migración irregular

Escrito por Felipe

El Progreso, Honduras 

Hola, amigos/as ¿se acuerdan de mí? soy Felipe un joven de El Progreso, Yoro, en Honduras. Hace un par de meses les conté mi historia a través de un video de la campaña Pensalo 2 Veces, de la OIM. 

 

¿Migrar o quedarse?

Cuando tomé la decisión de ir a Estados Unidos en busca de nuevas oportunidades para poder salir adelante y poder apoyar a mi familia, lo pensé muchísimo. Sabía que me estaba yendo de mi país y que esa despedida de mi familia podría ser la última.

Como saben, no migramos a otro país porque queramos dejar nuestras raíces o comunidades, sino por la aspiración de poder contar con mayores oportunidades, ya que de muchas maneras viene a nosotros información por parte familiares, amigos y conocidos que nos relatan que el irse a otro país “cambia la vida”. En efecto, tomar esa decisión nos puede cambiar la vida, pero ¿qué pasa cuando en ese momento nos dejamos llevar y nos apresuramos?¿Cuándo llenamos nuestra mente y corazón con ilusiones, esperanzas y decidimos irnos sea como sea?

Tantas emociones nos hacen dejar por un lado lo más importante: poder asegurarnos de que toda esta información que llegó a nosotros a través de personas conocidas es la correcta, validarla, verificarla y pensar también con la emoción y la razón.

Yo me salvé por poco

Ya les conté que por haber tomado la decisión de irme de manera irregular (sin tener la información correcta y confiable, tomando la decisión a la ligera, sin cumplir con la documentación necesaria) puse en riesgo mi vida. La persona que me había pintado el viaje “fácil” era parte de una red de trata de personas y de no ser por las personas que llegaron en el momento justo, no sé qué hubiese pasado. ¿Se imaginan? Yo me iba por buenas razones, no hice nada malo, pero a uno le pueden engañar… ¡incluso con gente que nos recomiendan nuestros amigos y familiares donde menos lo espera!

Al regresar le conté todo lo que había ocurrido a Doña Flor, quien me había recomendado al coyote y ¡qué pena con ella! Se disculpó conmigo, pues ella tampoco sabía que un traficante podía ser así de peligroso. Ahí mismo le mandó un mensaje a su sobrino para asegurarse de que él y sus compañeros de viaje de verdad estuvieran bien. Por suerte sí era cierto que llegaron y estaban trabajando.

Pero lo mejor llegó después: después de que les conté mi historia, otra conocida supo que andaba buscando oportunidades me apoyó para solicitar una beca. Ahora estoy cursando una carrera para aprender a darle mantenimiento a automóviles y luego de ello pienso poder montar un pequeño negocio en mi comunidad.

Me apetece mucho conocer otros países y sé que lo haré tarde o temprano, pero esta vez no me voy a poner en riesgo: esperaré hasta que pueda viajar de forma segura. ¿Y ustedes? ¿También quieren viajar? ¿Necesitan encontrar una oportunidad tanto como la necesitaba yo?

En este sitio hay más información sobre cómo identificar estafas y sobre oportunidades en Honduras (y también en El Salvador y Guatemala) Les invito a conocer más sobre las campañas que orientan a jóvenes como nosotros, obtener información confiable y aprender a reconocer fraudes como el que me tocó a mí, relacionados con la trata de personas, tráfico ilícito de migrantes y otros delitos muy graves.

 

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